Colabora UAEM con productores de Temoac para mejorar cultivos de amaranto
" 1919-2019: en memoria del General Emiliano Zapata Salazar"
BOLETIN DE PRENSA
Boletín No. 3010
Ciudad Universitaria, 18 de junio de 2019.
A través del uso de abonos orgánicos para mejorar las condiciones del suelo y del cultivo de amaranto, el Laboratorio de Edafoclimatología del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), colabora con productores de la comunidad de Huazulco, en Temoac, Morelos.
Rogelio Oliver Guadarrama, profesor investigador del CIB, informó que durante 20 años han tenido colaboración con los productores de Temoac y actualmente están sugiriendo el uso de abonos orgánicos con el objetivo de que no utilicen fertilizantes y mejoren sus cosechas.
“En los últimos años la aplicación de fertilizantes a base de sales ha deteriorado los suelos, lo que ha disminuido sus rendimientos, entonces les sugerimos abonos orgánicos para mejorar los suelos y obtener una mejor cosecha”, explicó.
El también responsable del Laboratorio de Edafoclimatología, dijo que en éste se desarrollan líneas de investigación relacionadas con la edafología, la climatología, cultivos alternativos y abonos orgánicos, proyectos que actualmente están financiados por el Programa para el Desarrollo Profesional Docente para el tipo Superior (Prodep).
El investigador del CIB explicó que se trabaja con estos abonos orgánicos elaborados a base de una composta de materiales recolectados en diferentes restaurantes de Cuernavaca, pues el abono es rico en materia orgánica, nitrógeno, fósforo y potasio, lo que beneficia notoriamente los cultivos.
Rogelio Oliver dijo que será en el mes de diciembre cuando se realice la siguiente cosecha de amaranto y hasta el momento se han observado buenos resultados en los cultivos, de acuerdo a los datos comprobados en análisis de la semilla, tamaño de tallo y hojas, así como en el diámetro de la panoja o panícula.
Finalmente destacó que este proyecto con productores de amaranto es muy importante para el CIB, ya que ha dejado de ser un cultivo alternativo para considerarse ahora como uno de los más importantes junto con el frijol, el maíz y el arroz, por ser rico en aminoácidos y tener una cantidad de proteína mayor al 16 por ciento.
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